Si no te aman como tú quieres que te amen, ¿a quién le importa que lo hagan? Aristófanes
Tres cosas (y no dos) nos deben enseñar a los niños: no llevarse a la boca lo que se encuentra en el suelo, mirar a su alrededor antes de cruzar y, sobre todo, nunca jugar con el corazón.
Riesgos de las relaciones espeluznantes
Las personas que padecen este síndrome lo hacen para no dañar su autoestima. Pero en realidad hacen aún más daño. Creen que al iniciar una relación todas sus penas se irán, pero no piensan que si esta relación fracasa, lo cual es muy probable, sufrirán dos veces. Evitan el duelo y eventualmente tendrán que pasar por lo mismo.
La autoestima se verá doblemente dañada y el miedo a estar solo no desaparecerá. La dependencia emocional siempre estaría presente, algo que nos impide alcanzar nuestras metas en la vida.
¿Cuáles son los miedos más comunes que nos bloquean y no nos permiten volver a amar?
- Miedo a ser abandonado. Después de una larga relación, las personas generan una gran confianza y confianza entre sí. A veces se ve venir la ruptura, pero en muchos otros casos se dan infidelidades o abandonos imprevistos, que dejan una gran huella en la persona abandonada porque no era previsible para ellos. El impacto y el sufrimiento que provoca esta situación es tal que el solo hecho de pensar que podría volver a ocurrir y recordar todo ese dolor pasado produce un conflicto de “intereses” sobre si arriesgarse a volver a hacerlo confiando en otra persona. El miedo a ser abandonado de nuevo y todas las emociones negativas que provoca limitan a la persona a iniciar una nueva relación.
- Miedo a no poder controlar la relación. Después de una ruptura dolorosa, las personas suelen tratar de controlar todos los aspectos posibles de la nueva pareja y la situación que se creará juntos, para evitar que vuelva a suceder lo mismo. A pesar de los muchos intentos que algunos hacen por refrenar sus emociones para no enamorarse, sabemos que hay un momento en el que es inevitable limitar o restringir la forma en que nos sentimos. Es por esto que algunos deciden no conocer gente nueva para no estar expuestos a esta situación. La necesidad de saber que todo saldrá bien y no volverá a fallar, así como la intolerancia a la incertidumbre que conlleva no tener garantías de que la relación funcionará, será una gran fuente de conflicto.
- Miedo al conflicto. Después de pasar un tiempo sin pareja, las personas se acostumbran a pensar en sí mismas, tienen menos conflictos y preocupaciones porque no comparten las de su pareja, y en cierto sentido entienden que es una de las grandes ventajas de estar soltero. Muchas personas tienen miedo de volver a involucrarse en una relación en la que pueden discutir o discutir y la paz mental o la estabilidad emocional desaparecen. Es común escuchar que solo es mejor porque se evitan conflictos o discusiones, siendo muchos los que prefieren esta opción antes de involucrarse en una relación tóxica que los deja inestables.
- Miedo a ser rechazado. Algunos prefieren no interactuar en niveles más íntimos con otras personas porque temen ser rechazados al principio o durante la relación, temen involucrarse emocionalmente y que la otra persona comparta nuestros sentimientos de la misma manera e intensidad.
- Miedo al fracaso. Este es uno de los miedos más comunes porque después de muchas pérdidas podemos creer que siempre volveremos a fallar. A veces hay muchas rupturas con gente maravillosa donde hubo complicidad y buena relación, sin embargo el amor se acabó. Estos factores hacen que muchos duden de la esencia del amor y produzcan un gran temor porque ya saben que a pesar de todas las condiciones necesarias para que una relación funcione, existen factores incontrolables que pueden acabar con ella.
Cuando comenzamos una nueva relación, no debemos enfrentarnos constantemente con recuerdos de relaciones pasadas. En cierto sentido es normal que después de rupturas dolorosas las personas experimenten miedos similares a los expuestos anteriormente, pero esto no es razón para no luchar por superarlos, de lo contrario seremos víctimas de ellos, siendo así producto de nuestros miedos y no de nuestros deseos.
¿Por qué un hombre te dice «No estoy lista PARA UNA RELACIÓN»?
La verdad es que estos son pretextos, excusas, son formas de disfrazar sus verdaderas intenciones con cosas que te harán menos daño y por lo tanto se irán, sin que te sientas tan mal, cuando en el fondo lo es!
Si un hombre, en cualquier situación, se dice a sí mismo «No estoy listo para una relación», ¡significa! (Traducción)
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