La rumiación del pensamiento, también conocida como pensamiento obsesivo o circular, consiste en la fijación en una única idea, a la que se retorna durante largos periodos de tiempo. La gráfica es negativa y aparece en momentos de estrés o acompañada de enfermedades como depresión o ansiedad. Generan molestias a quienes las padecen y, cuando intentas frenarlas, aumentan. La ayuda psicológica es fundamental en su tratamiento.
Nuestras emociones y pensamientos no solo son una parte importante de nuestra vida, sino inevitable. Sentimos y pensamos durante el día, aunque no seamos conscientes de ello. Pasa desapercibido debido al cambio de orientación de nuestro cerebro: no puede estar atento a todos los estímulos a la vez y selecciona aquellos que considera importantes en ese momento. Cuando aparecen pensamientos obsesivos, nuestro primer instinto es querer detenerlos, lo cual es imposible. Nuestro cerebro nunca deja de producir, y al querer controlar lo incontrolable, nos frustramos, nos sentimos culpables y aumenta nuestra ansiedad. Nos preparamos para continuar con el círculo vicioso, que también afecta lo que estamos viviendo en ese momento. Para entender esto, pensemos en lo siguiente: si tengo una botella de agua vacía y trato de sumergirla en agua, el aire de adentro nos lo pone difícil. Tenemos que luchar y luchar por algo que no vamos a conseguir. Pretender que se queda una botella vacía en el fondo del agua es como pretender que nuestro cerebro deja de pensar; Sólo nos cansará y nos frustrará.
PENSAR EN NO PENSAR YA ES PENSAR
Cuando una persona medita y trata de despejar su mente, suele sorprenderse de que es imposible no pensar.
Buda comparó nuestra mente con un mono borracho que salta constantemente de un pensamiento a otro.
Tu dolor aún no ha terminado
Mucha gente piensa que amar el dolor es un proceso lineal con fecha de caducidad. Pero no funciona así.
El duelo puede durar ocho meses para una persona y dos años para otra. Así que cuando te lanzas a una nueva relación sin haber sanado la experiencia con tu ex, lo más probable es que todo te recuerde a tu pasado y tu pareja actual pague las consecuencias.
Fue tu primer amor
Los primeros amores nunca se olvidan. Cuando eres adolescente (y digo adolescentes porque la mayoría de tus primeros amores se viven en esta fase) vives todo más intensamente. Se suelen mantener las primeras relaciones sexuales; experimentamos un vínculo a un nivel más profundo con alguien; nos sentimos parte de algo; y creemos que esta experiencia durará para siempre.
El recuerdo de tu primer amor suele ir acompañado de añoranza, y esto puede deberse a que no solo «quieres» ese primer amor; pero también la juventud, la vitalidad y la jovialidad de aquella época.
Resignificar lo sucedido
Muchas veces nos obsesionamos con una expareja porque nos abruma aceptar que todo el tiempo, la energía y las ilusiones invertidas fueron en vano. A ninguno de nosotros nos gusta sentir que hemos fallado.
Por eso es importante cambiar la forma en que percibimos lo sucedido y recordar que cada experiencia vivida nos ha enriquecido. Por lo tanto, todo tiene sentido, ya sea que la relación de pareja haya terminado o no.
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