Una de las preguntas más frecuentes de las familias y los equipos de diagnóstico precoz es cómo detectar los primeros síntomas de la esquizofrenia. Especialmente aquellas familias que empiezan a ver comportamientos extraños en sus hijos, o que ya tienen antecedentes familiares de esquizofrenia, suelen preguntarse si su familiar podría desarrollar la enfermedad.
Al hablar de los primeros síntomas de la esquizofrenia, es importante señalar que el inicio de la esquizofrenia ocurre en un grupo de edad muy reducido. Las estadísticas muestran que para tres de cada cuatro personas con esquizofrenia, la enfermedad comenzó entre los 17 y los 25 años. Es muy raro que la enfermedad aparezca antes de los 14 años o después de los 30. Aunque se han dado algunos casos aislados. Estas edades de inicio de la esquizofrenia pueden verse seriamente alteradas por el consumo de sustancias, incluido el uso de alucinógenos y psicoestimulantes. Dentro de la población consumidora de cannabis, los primeros síntomas de esquizofrenia se detectan de forma muy temprana, a partir de los 15 o 16 años. Estos adolescentes a menudo tenían que ser hospitalizados por un episodio psicótico. Y desafortunadamente, terminaron desarrollando esquizofrenia.
Miedos a una nueva relación tras una ruptura
Son muchas las personas que, tras atravesar una ruptura, el sufrimiento y el dolor que conlleva superarla acaban generando grandes temores ante la posibilidad de iniciar una futura relación. El trabajo que realicen en el difícil camino de sobrellevar la pérdida y el vacío existente les permitirá rehacer su vida y volver a confiar en alguien, o por el contrario, aparecerán dificultades si son incapaces de sobrellevar la pérdida.
Al no superar el pasado, el resentimiento, así como las continuas comparaciones y temores generados de que nos pueden hacer daño, terminan bloqueándonos, considerando que la única protección posible es no devolver una nueva vida como compañero.
¿Mareos por ansiedad?
Por un lado, las experiencias de estrés prolongado y amenazas específicas pueden ser suficientes para alterar los patrones corporales normales. La ansiedad muchas veces altera la presión arterial, aumenta la oxigenación en reposo, aumenta la tensión muscular en las zonas cervicales, precipita taquicardias y extrasístoles, lo que hace muy fácil imaginar enfermedades graves que desencadenan aún más las respuestas fisiológicas del organismo. Si el vértigo se presenta de forma sostenida o aparece de forma cíclica, no tiene por qué ser grave pero tampoco hay que dejar de observar si existen focos de ansiedad en tu vida, el vértigo actuaría como una alarma. señal.
Eliminar las redes sociales
Hoy en día, los espacios digitales son parte de la vida. Están acostumbrados a estar pendientes de los movimientos de nuestros amigos. Por lo tanto, es mejor eliminar a esta persona de Facebook, WhatsApp o cualquier otra red social.
De lo contrario, será muy difícil borrarlo de nuestra memoria. Lo mejor es sacarlo de nuestras vidas, al menos por un tiempo. Es posible que estemos listos para una relación diferente más adelante.
Cuando nos damos una orden negativa, por ejemplo: «no pienses en él», nuestro cerebro se comporta como si no entendiera «no», por lo que acabamos haciendo/pensando lo que evitamos. .
El problema es que tendemos a darnos constantemente estas instrucciones negativas y paralizantes. Estos son algunos ejemplos cotidianos:
-
- No te estreses
- No comas chocolate
- No te pongas nervioso
- No tartamudees
- No pienses en ella/él.
)
etc
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