Cuando una persona medita y trata de despejar su mente, suele sorprenderse de que es imposible no pensar.
Buda comparó nuestra mente con un mono borracho que salta constantemente de un pensamiento a otro.
4 – Perdónalo y perdónate a ti
No es fácil, pero es necesario. En todo problema entre dos personas, hay una responsabilidad compartida. Perdonar y perdonarte a ti mismo es algo necesario para seguir adelante, ya sea que quieras, puedas o debas tener una relación cordial con tu ex pareja.
No perdonar alimenta la ira, el odio, la culpa, la venganza y la amargura, emociones inútiles para abrir la puerta a una nueva vida, para empezar a ser la persona que realmente quieres ser.
Estancamiento
Como hemos comentado, dejar una relación es similar a superar una adicción en cierta medida. El cerebro tiene que aprender a vivir sin esta afluencia de neurotransmisores, tiene que estabilizar sus niveles.
Esto se logra solo después del período de abstinencia emocional. Al continuar hablando con tu ex, evitas que este proceso suceda y, en cierto sentido, te quedas atascado en este limbo.
Vuelve más madura
Diana Sánchez, recordando casos concretos de ‘trucos’ que salieron bien, piensa en gente que empezó muy joven, que se detuvo en un momento determinado, y que con el tiempo son conscientes de que querían seguir viviendo juntos desde otro punto de madurez.
Fue el caso de Daniela (nombre cambiado), de 45 años. “Me enamoré de él en 1994. Tuve una relación adolescente, llena de miedos, temores y terceras personas. Yo tenía 17 años y él cuatro años mayor. Fue mi primera relación sexual completa. «Decidí estudiar una carrera que no existía en mi ciudad, así que me mudé a otra comunidad autónoma. Tuvimos una relación a distancia durante cuatro años, hasta que ella se separó por falta de experiencias en común», cuenta.
Por respeto a ti
Invalidar a alguien con quien llevas varios años y en quien has depositado tu confianza, en quien te has entregado, en quien has creído es como tanto como invalidante. Piensa que si de alguna manera culpas a esta persona, también te culpas a ti mismo, a tus planes, a tus sueños, a tus ilusiones porque un día las compartiste. La mejor manera de respetarte a ti mismo es admitir que amabas a esa persona, que te aportó algo positivo y que, por desgracia o por suerte, nunca se sabe, esta relación ha terminado.
Recuerda que los buenos hijos son el resultado de esta relación y nacen del amor y la ilusión de ambos, la ilusión de tu ex y la tuya. Dar espacio a esto es dar espacio a los sentimientos positivos de los que nacen los buenos hijos.
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