Para que un matrimonio no culpe a sus hijos de la falta de tiempo para estar juntos o para que no estén todo el día discutiendo por las cosas cotidianas que surgen a lo largo del día, es necesario que tengan una gran organización en cuanto al horario de sus hijos.
Hay que establecer un horario de comidas, ducharse e ir a la cama a una hora determinada, son normas que los padres deben hacer cumplir obligatoriamente. Por otro lado, además de unas obligaciones en cuanto a los horarios, los padres deben establecer una serie de normas adecuadas para la edad de cada hijo y ser rigurosos en su cumplimiento.
Es fundamental que cada uno realice unas determinadas tareas como hacer su cama, ordenar el cuarto, turnos para poner o quitar la mesa, bajar la basura, etc., que sepan que la casa es de todos y que en una familia todos tienen que participar de lo quehaceres cotidianos. Estas normas facilitan mucho la vida familiar y crean un entorno agradable para todos, permiten que los padres dispongan de un poco de tiempo al día para poder estar solos y conversar.
En cuanto a los hijos, también es muy positivo porque de esta forma saben cuáles son sus obligaciones en cada momento y lo que deben hacer. Con el cumplimiento de las normas se evitan discusiones inútiles y ayudan a conseguir que los hijos sean personas disciplinadas y responsables.
En caso contrario, si una familia con hijos no tienen una vida organizada, estaremos ante una familia caótica en la que nadie colabora y en la que sacar el trabajo familiar adelante será más complicado y difícil de lograr.
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