La masturbación no es sólo un acto individual que cada persona decide hacer en solitario. Si quieren, también los amantes pueden masturbarse entre sí o, además, observar al otro masturbándose. Tanto un caso como el otro son una fuente inagotable de placer.
Aunque la masturbación está rodeada de un cierto aire de tabú, lo cierto es que ha pasado a obtener un papel protagonista en muchas relaciones de pareja que optan por él tanto para excitarse como para aprender.
Y es que observando como el otro se masturba se puede aprender mucho acerca de cómo acariciar, dónde… Pocas mujeres responden bien a la inserción del dedo en la vagina que los hombres hacen para simular el coito, y encima no guían a su compañero para que éste sepa cómo hacerlo y lograr una buena efectividad en la práctica.
Si viera masturbarse a la mujer descubriría cómo hacerlo él mismo, lo que además le permitiría variar en la búsqueda de nuevas sensaciones. Y si la masturbación se hace en pareja, esto permite, a la vez, que se pueda disfrutar de una excitante experiencia basada en caricias, roces, besos… y además aprender de nuestro cuerpo y del de nuestra pareja, ya que podremos estudiar sus reacciones físicas y ganar en experiencia y efectividad.
Deja una respuesta