Dolor. Lágrimas. Miseria. Tres palabras que podrían describir los sentimientos que experimentamos los humanos después de una ruptura inesperada, considerada por algunos expertos en comportamiento humano como una de las mayores pérdidas en la vida de cualquier persona.
Y es que cuando se vive una ruptura sentimental, las personas pasan por un proceso de duelo, denominado “dolor de ruptura”, que se caracteriza por el sentimiento de pérdida o ausencia y conlleva repercusiones físicas y emocionales.
Haz cambios que te lleven al éxito
Los mega o súper cambios quedan en un segundo plano, hay que hacer cambios que te lleven a lograr tus objetivos. Los cambios efectivos deben ser bien percibidos, lo que genera confianza en su veracidad.
Aprende a hablar con calma con tu ex, sin discutir, haz los cambios necesarios para ampliar tus posibilidades. Mejorar para hacerlo deseable significa recuperar el tiempo perdido.
Comenzar una nueva relación
Comenzar una relación inmediatamente después de terminar otra es un error bastante común. Debes ser consciente de que un clavo no empuja al otro, y sanar las heridas emocionales que te ha dejado esta ruptura es fundamental para estar con otra persona.
Además, comenzar otra relación en esta etapa es una indicación de que estamos buscando en los demás un recurso para llenar nuestros vacíos emocionales. Sin embargo, es algo que tenemos que trabajar individualmente, fortaleciendo nuestra autonomía y autoestima. Posteriormente, estaremos a su completa disposición para establecer relaciones sanas y duraderas.
El «enfrentamiento abierto»
Se da en aquellas parejas, que se encuentran cara a cara de formas completamente insólitas, utilizando la humillación y otro tipo de agresiones verbales como herramienta en la pelea que han creado. debido a los altos niveles de conflicto. Se sienten avergonzados por el nuevo lado de sí mismos que descubren, conmocionados y humillados por su comportamiento, pero al mismo tiempo no pueden controlar sus reacciones.
Parece que estas parejas están pasando por una gran tensión emocional tratando de seguir peleando. Encuentran el lado oscuro de cada solución propuesta, usándolo también como una nueva brecha de conflicto. Cuando las cosas se calman, siempre hay algo que remueve el conflicto. Se resisten a buscar y aceptar soluciones, mientras rechazan la asistencia legal y psicosocial.
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