Sin duda que es el primer acto de contacto entre una pareja. Debemos tener en cuenta que dentro de la cultura occidental, el beso es una de las formas mas sutiles de lograr acercarse o generar un contacto que permita la intimidad, en términos de amistad genera diferentes niveles de confianza y aceptación del otro.
Sin embargo cuando se habla de una relación sensual, afectiva de pareja, el beso marca el paso entre una relación de amistad a una mas profunda y cercana que puede llevar fácilmente a niveles diferentes donde se consoliden relaciones duraderas y querer estar en compañía del otro.
Hay que tener en cuenta también que el beso es una sensación para transmitir mensajes como muestra de agradecimiento, alegría, amor, cariño, deseo saludo o como un mensaje de gusto y acercamiento con otra persona. Y aunque se ha interpretado de múltiples formas el beso, finalmente es una manifestación de afecto y puede llegar a ser tan sutil o salvaje como la fuerza de la relación lo determinen.
Pero el beso es, sin duda alguna, el acto sexual más íntimo, más cargado de emoción, de pasión, y, ¿por qué no?, de amor. Es la primera impresión que tenemos de una pareja pudiendo despertar -o destruir- casi por completo nuestro deseo de intimidad.
La verdad es que un beso que dure sólo unos segundos, pero lleno de emoción y pasion, puede llevarte a otra etapa erótica mucho más que abrazos, y caricias. Porque, en sí, te hace sentir lo que siente el otro, te hace querer más, y provoca en cada uno las más fascinantes sensaciones.
Lo ideal es empezar tranquilos, relajados, con lentitud -como explorando el terreno-, para luego aumentar la pasión y la tensión sexual. No te olvides: los besos apasionados son vitales para mantener viva la llama sexual en nuestras relaciones.
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