Sin duda que es una de las etapas más duras que nos puede tocar. Y es que cuando nos separamos comienza una mezcla de sensaciones y emociones que se mezclan con un intenso dolor y entonces llenas de lágrimas con recuerdos o te motiva a acciones ilimitadas de lo que sea.
Si bien hay diferencias si te has casado ante la ley o solo estabas en concubinato, el dolor por ese amor que no pudo continuar es el mismo. En el momento te entristeces y piensas que nunca más lograrás ponerte de pie para poder seguir caminando en la vida, es la intensidad de la aflicción lo que produce que sientas que todo se ha desbarrancado.
El momento en que se deja de pensar en la ex pareja, es cuando usted estará lista para reiniciar su vida. No busque un nuevo amor, simplemente esfuércese por conocer mejor a la otra persona y divertirse. No importa que tengas hijos pequeños, eso no es impedimento para seguir adelante con su vida.
En la carrera por tener una nueva pareja, debe considerar que la otra persona debe aceptar a su hijo o hijos, tanto como a usted. No es posible comenzar una relación con alguien que no desea convivir con niños.
En el caso de que deba mudarse de ciudad, el problema de la readaptación puede interferir en el comportamiento de los chicos. Nada es definitivo, si la mejor opción es el traslado, hágalo, su hijo lo entenderá y sabrá hacer amistades en el nuevo lugar de residencia.
Haga las cosas que le gustan hacer e intente conocer a otras personas. Si no le gustan los clubes puede evitarlos. Comience a ejercitar su poder de seducción en todos lados, vuelva a ser joven y a sentirlo. Nunca es tarde para eso.
Más allá de la relación amorosa, también es importante recuperar su círculo de amigos (hombres y mujeres) y divertirse con ellos, sentirse acompañado y compartir todo con ellos.
Su vida puede ser la misma de siempre, la presencia de los hijos no hace más que reforzar nuestro autoestima y hacernos sentir más estables. De ninguna manera será un impedimento para volver a comenzar.
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