La sexualidad es toda una fuente de placer y bienestar que nos permite disfrutar de una privilegiada forma de comunicarle nuestros sentimientos y sensaciones a otra persona.
Sin embargo en ocasiones las parejas no comparten ni expresan cuando existen problemas relacionados con su vida sexual. Uno de esos temas tabú es la eyaculación prematura en donde lo más grave es que no sólo afecta al hombre que la sufre, sino que también afecta la relación de pareja, pues daña la autoestima e incluso la calidad de vida de ambos.
En la eyaculación prematura el hombre no logra tener el control voluntario adecuado sobre su eyaculación y llega al clímax antes de tiempo. En la mayoría de los casos es una fuente de frustración y aflicción que puede afectar no sólo la vida sexual, sino otros aspectos de la relación de pareja.
Entonces, en muchas mujeres cuya pareja no controla su eyaculación se ve disminuido el deseo sexual, pues si en múltiples ocasiones ella queda excitada y no alcanza el orgasmo, con el tiempo prefiere no tener relaciones sexuales para evitar la insatisfacción y los reclamos.
Ante esto se recomienda «la participación de la mujer en el proceso terapéutico, pues es esencial para garantizar el éxito del tratamiento, ya que sin el apoyo emocional y la comprensión como pareja, el hombre tiene pocas probabilidades de lograr el nivel de relajación necesario para la gratificación sexual.
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