Si el masaje en general se da sobre el músculo, el masaje erótico se da sobre los sentidos, y especialmente, sobre las terminaciones nerviosas de la piel. Uno de los objetivos principales del masaje erótico es proporcionar la oportunidad de descubrir que es lo que le causa placer a tu pareja y con ello provocar un acercamiento en la pareja.
Por lo tanto debe hacerse con la mente abierta por completo. Al realizar masajes eróticos, nos sorprenderemos al sentirnos tan excitados cuando nos acarician ciertas partes de nuestro cuerpo y descubriremos partes nuestras que ni remotamente habíamos considerado eróticas.
Un masaje erótico debe ser un acto satisfactorio en sí mismo (tanto si acaba en orgasmo como si no). Es un acto del que algunas parejas disfrutan de modo especial, puesto que es una oportunidad para que uno se concentre en el hecho de dar y el otro de recibir, y no en dar y recibir simultáneamente, tal como ocurre en el coito u otros actos. Es una manera muy buena para que los dos miembros de la pareja se exciten uno al otro y prolonguen la intimidad.
El masaje mutuo es una muy buena manera de preparar el camino hacia el coito. Es una práctica que consiste en la estimulación mutua de los genitales para proporcionar placer y excitación sexual. A través de las caricias descubrirás con todo detalle el cuerpo de tu pareja.
Y mediante estos juegos podrás expresar de forma libre tus deseos y preferencias, haciendole saber a tu pareja lo que más te gusta y las zonas en las que más disfrutas con el masaje.
En esta práctica sexual es muy importante que exista una comunicación clara para saber con exactitud que siente y desea tu pareja en cada momento ya que existe gran variedad en cuanto a gustos, e incluso, una misma persona puede desear diferentes estímulos según la ocasión.
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