El amor y las relaciones son una parte integral de la vida de todos. Por lo tanto, las rupturas son parte de la vida cotidiana. Desde una edad temprana, cuando aún no entendemos completamente el concepto de novio o novia, ya comenzamos relaciones que sabemos en nuestra mente que son más que solo amistades.
A medida que envejecemos, estas relaciones se vuelven más complejas y requieren cada vez más cosas para que funcionen. De hecho, es normal que no lo hagan. Hay demasiados factores necesarios para que el mecanismo de una relación estable no se rompa y finalmente se desmorone.
Los síntomas del brote de depresión incluyen:
- Sentirse triste, vacío o desesperanzado la mayor parte del día durante varios días
- Pérdida de interés en actividades que antes eran gratificantes
- Pérdida de peso y apetito o aumento de apetito y peso
- Dormir muy poco o demasiado
- Hablar y moverse significativamente más lento
- Sentirse sin energía la mayor parte del tiempo
- Baja autoestima
- Dificultad para concentrarse o tomar decisiones
- Pensamientos relacionados con la muerte, incluidas las ideas suicidas
- Sentimientos de desesperanza o impotencia
- Cambios en el apetito y/o el sueño
- Pérdida de placer e interés
- Sensación de tristeza o vacío
- Cansancio y falta de energía
- Apatía
- Pensamientos de muerte o suicidio
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Sensación de inutilidad
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Cómo superar una ruptura
Para algunas personas, estar triste es tan desagradable que no lo permiten. Incluso con la charla de “él/ella no se merece esto”, podemos evitar que nuestros sentimientos fluyan naturalmente, y esto es absolutamente necesario. En una ruptura se produce la pérdida no sólo de la pareja sino también de una forma de vida. Es importante que te permitas sentir y aceptar esta pérdida, no intentes mandarle una indirecta a tu ex. Esforzarte por sentirte bien no te permite asimilar lo que estás viviendo y además te lleva a un colapso emocional que te obliga a no sentir; Incluso podría tomar decisiones de las que no esté muy orgulloso más adelante.
Antes te dije que te permitieras estar triste, pero no es que la tristeza te invada y te arrastre a un abismo de desolación. Tienes que mantenerte activo. La tristeza es a veces un poco «traición», te invita a quedarte en casa, sin disfrazarte, sin comer o comer mal, incluso a costa de cambiar tus hábitos de sueño e higiene. Seguir este camino nunca te sacará de la tristeza, sino que te sumergirá en una peligrosa espiral de autodestrucción.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad se puede definir como una perturbación emocional que aparece después de vivir un evento traumático, como ser separado de alguien a quien amas. Este trastorno nos hace replantearnos las expectativas de vida e incluso puede cambiar nuestra rutina.
En las rupturas amorosas es común que aparezcan ataques de ansiedad, generalmente en quienes la padecen porque han desarrollado una dependencia de su pareja, lo que hace pensar que estando solos no podrán continuar con su relación. vida vive como hasta ahora.
Depresión
Por otro lado, en la depresión después de una ruptura, los síntomas pueden no desaparecer durante semanas o incluso meses. De hecho, pueden empeorar. Por tanto, entre sus síntomas podemos destacar, según Mayo Clinic:
- Pérdida de interés por cualquier tipo de actividad
- Baja autoestima
- Falta de energía
- Dificultad para dormir
- Intenso sentimiento de vacío y desesperanza
- Pérdida o aumento del apetito
- La persona deprimida se mueve lentamente, incluso habla y piensa lentamente
- Dificultad para concentrarse
- En casos extremos, pensamientos o tendencias suicidas
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