El amor es uno de los sentimientos más intensos de los que puede vivir el ser humano, ello implica que nos reporte habitualmente una gran felicidad, pero esta misma intensidad hace que nos pueda deparar también grandes sufrimientos.
Hay muchas circunstancias que hacen que el amor se pueda vivir con desgarro e insatisfacción. Muchas personas viven relaciones en las que el sufrimiento es la constante diaria, padeciendo con frecuencia humillaciones y desprecios. No se sienten queridas sino utilizadas y despreciadas.
Sin embargo, a pesar de ello, pasa el tiempo y continúan con esa relación. Para los demás, es muy difícil comprender porqué una persona soporta este tipo de relación. En ocasiones, se trata de personas poco maduras que no saben enfrentarse a los problemas de la vida ella solas, dependen de su pareja para todo, son incapaces de tomar decisiones y de valerse por sí solas. Han creado una fuerte dependencia hacia su pareja y sin ella se sienten perdidos y desorientados.
Otras veces, no rompen la relación por las represalias que su pareja pueda tomar hacia ellas. Son situaciones extremas en las que, sobre todo las mujeres, viven con su verdugo en casa. Hablamos del caso de mujeres maltratadas que tienen miedo a las amenazas del marido y no saben cómo salir de esa situación. Necesitan de gran ayuda social y protección.
También hay relaciones en las que esa es la forma de concebir su relación. Se acostumbran a infidelidades y a formas de actuar poco respetuosas con la pareja o no desean darse cuenta de la realidad de su relación, viviendo en un constante autoengaño que les hace sufrir constantemente, pues la sospecha está siempre presente.
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