Actualmente, terminan más relaciones que nunca. Nos hemos convertido en personas muy exigentes a la hora de elegir pareja y hemos perdido la capacidad de querernos tal y como son; con sus ventajas y desventajas.
Es cierto que el amor, la atracción y la pasión son muy importantes para mantener viva la llama de una relación. Sin embargo, estos factores cambian con el tiempo, por lo que el compromiso y la entrega terminan siendo más importantes a largo plazo.
La ayuda de la terapia psicológica después de una ruptura
En la terapia psicológica, es una de las causas más comunes de solicitud, porque pasar por esta situación no es fácil y muchas veces nos quedamos estancados en el camino y quedar atascado en la tristeza y en la obsesión. Por eso voy a intentar daros unas pautas generales para poder afrontar todo esto de la mejor manera posible e intentar superarlo de forma sana y adaptativa.
- Llora, llora y vuelve a llorar: desahoga, grita, suelta el dolor, compártelo con los demás hasta que no tengas más lágrimas que aguantar. Una ruptura es un proceso de duelo, por lo que hay que pasar por varias etapas. El llanto le ayudará a pasar a los siguientes pasos.
- Escribe: Te puede ayudar a ver las cosas con más objetividad, estructurar y no olvidar las cosas, sean buenas o malas.
- Mantente ocupado: pensar en lo que pasó está bien, pero no dejes que te persiga. Haz cosas, sal con gente, trabaja, practica deportes, trata de mantener tu mente ocupada.
- Piensa en positivo: pues sí, estar así es doloroso y duele mucho, pero trata de ser positivo. Aprendes de todo lo que está mal y con el tiempo incluso te das cuenta de que romper la relación fue lo mejor. No te preocupes, te volverás a enamorar. En esta vida todo pasa y las cosas mejorarán.
- Sé racional: claro, hubo cosas buenas, pero si se acabó es porque las cosas malas pesaron más. No olvides lo malo, por eso lo dejaste.
- No te castigues ni te culpes: solo te hace sentir peor. Elimina esos «qué pasaría si» de tu vocabulario. No puedes dar marcha atrás, lo que pasó, pasó y por más que luches, las cosas no cambiarán. Actuaste de esa manera porque siempre creíste que era lo mejor, así que mira hacia adelante y sigue con tu vida.
- Piensa por ti mismo: es hora de ser egoísta. Olvídate del otro y de si lo está pasando mal o no. Ahora es el momento de preocuparse por uno mismo.
- En momentos de crisis, no tomes decisiones importantes: estás confundido y no tienes las ideas claras. Ya hay demasiados cambios para hacer más de lo necesario. Ahora mismo estás en una nube y es mejor no tomar decisiones importantes porque ahora no es el momento. Más tarde, cuando te sientas un poco mejor, tendrás tiempo para decidir con más claridad.
- Déjate ayudar: tus amigos y familiares están contigo, pídeles ayuda, déjate tratar, no los abandones. Si con el tiempo ves que no mejoras, consulta a un psicólogo, haz yoga o meditación. Si ves que no puedes hacerlo solo, no te avergüences ni te enorgullezcas, pide ayuda.
- Deja pasar el tiempo del duelo: Desafortunadamente, este proceso toma tiempo, por lo que te sentirás mal por días, semanas o meses. Tranquilo, porque necesitas tiempo para digerir todo esto. No seas impaciente.
- Continúa con tus responsabilidades y obligaciones: pero tampoco esperes. La vida continúa y no puedes dejarlo todo atrás. Sin embargo, no dejes que te abrume, sé compasivo y comprensivo contigo mismo.
- Cuídate y quiérete mucho: hazte las cosas, ve a la peluquería, cómprate algo bonito, hazte un masaje. Date un capricho y quiérete, tú eres lo más importante.
- Cierra el capítulo: La vida continúa, no es el final. En el libro de tu vida, es sólo un capítulo más. Con el tiempo, dejará de doler y se convertirá en un recuerdo más.
Disfrutas pasar tiempo con tu pareja
Para saber si vale la pena salvar tu relación, pregúntate si disfrutas de la compañía de tu pareja y del tiempo que comparten. El hecho de que la compañía de otro nos vuelva amargos puede ser razón suficiente para terminar una relación.
El tiempo es esencial. Si no hay tiempo para compartir, ser y estar, amar y disfrutar, ¿realmente hay relación? Entonces, si disfrutas pasar tiempo con tu pareja, es una buena señal.
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