Sentirse solo después de una ruptura, ¿cómo lidiar con eso?
La soledad llegó cuando pensé que menos la necesitaba, fue un momento de extrema sensibilidad y vulnerabilidad. El nombre caos que le he dado a todos mis procesos me ha ayudado a entender y aceptar muchas cosas de mí que desconocía. No me gusta la sensación de vacío de sentirme solo, quizás por tanta tristeza en ese momento y no tener el calor humano de mis seres queridos en los peores momentos. Todos necesitamos a nuestros seres queridos cuando nuestro mundo se está desmoronando y todo se está desmoronando.
Decir adiós al pasado: dejarás de sentir soledad cuando la disfrutes
La soledad ha sido ampliamente discutida en la literatura a lo largo de la historia. Se le ha llamado en muchos casos el verdugo de la felicidad y un mal que soportar, pero en otros se le ha llamado la llave del autoconocimiento y el bienestar. Estar solo es no tener que elegir qué hacer o qué comer, cómo vivir o cómo comportarse. La soledad nos muestra tal como somos, sin represión y sin consuelo. Es el mayor tesoro que posee el ser humano a la hora de crear y, de hecho, los grandes descubrimientos de la historia han sido fruto de la soledad física y psíquica.
Estar solo es el don de quien se conoce a sí mismo, de quien se ha enfrentado a la realidad de que, en el fondo, estamos solos (aunque, por supuesto, también disfrutamos de estar con los demás). Algo curioso pasa cuando estás solo y es que al rato decides salir al mundo y aprender a compartir los momentos que quieres con los demás pero, ¡sí! Ya no eres capaz de perder el tiempo con nadie, sino que tus energías se canalizan hacia aquellos que te son queridos, hacia lo más profundo de los demás y de ti mismo.
Prueba también el mindfulness
Algunas técnicas de relajación como el entrenamiento autógeno o el mindfulness pueden ayudarte. Hay muchas variaciones de la meditación: puede obtener manuales sobre el tema o buscarlos en la web.
Lo importante, una vez que hayas encontrado la técnica de relajación más adecuada para ti, practícala a diario: consigue un momento de absoluta tranquilidad solo para ti, en el que te desconectes mentalmente de todo lo que te rodea.
No dejes que la tristeza te mantenga ocupado.
Antes te dije que te permitieras estar triste, pero no es que la tristeza te invada y te arrastre a un abismo de desolación. Tienes que mantenerte activo. La tristeza es a veces un poco «traición», te invita a quedarte en casa, sin disfrazarte, sin comer o comer mal, incluso a costa de cambiar tus hábitos de sueño e higiene. Seguir este camino nunca te sacará de la tristeza, sino que te sumergirá en una peligrosa espiral de autodestrucción.
Explica lo más cómoda que estés sobre cuál es la nueva situación y cómo te sientes, pero no dejes que esto monopolice la conversación: interesada en cómo están tus amigos, qué noticias interesantes hay en su vida, etc. Intenta divertirte con ellos, escucha sus chistes y ríete si te apetece.
Aumenta tu autoestima
Cuando una relación termina, perdemos nuestra principal fuente de amor, apoyo, comprensión y validación. Por tanto, y para que el vacío no nos abrume, debemos aprender a llenarlo nosotros mismos. Si te cuesta estar solo, probablemente no tengas una autoestima alta, quizás no te consideres valioso, digno o suficiente.
Este es el momento perfecto para empezar a hablarte y tratarte con amor, acompañarte con compasión y respeto, y buscar las personas y experiencias que más te convienen. Piensa en todo lo que has hecho por la persona que amabas y ahora hazlo por ti.
Deja una respuesta