Por tanto, si estás pasando por esta situación, ten en cuenta estas posibles fases y trata de tener especial cuidado en buscar certezas sobre la causa de la ruptura. La obsesión puede ser peligrosa y, cuando lo piensas, la causa probablemente no sea tan importante. Lo que importa es si la pareja quiere seguir estando contigo o no.
Comprender el problema
Pero la vida sigue y no hay que quedarse quieto esperando que el problema se resuelva solo, como por arte de magia. Tenemos que arreglarlo nosotros mismos.
¿Por qué mentimos?
Las personas tienden a utilizar la mentira en cualquier contexto (no sólo el de su pareja) con dos objetivos: evitar daños u obtener beneficios.
Las mentiras se convierten en un problema en la pareja cuando son habituales. Indica que algo anda mal y tenemos que averiguar cómo arreglarlo, ya sea que queramos continuar la relación o no.
Los cuatro jinetes del apocalipsis en las relaciones de pareja
Sin embargo, cuando existen signos significativos de incompatibilidad en una pareja, podemos pensar que estamos ante una ruptura definitiva. En este caso, nos referimos a los «cuatro jinetes del apocalipsis» que el Dr. John Gottman describió después de años de investigación sobre las relaciones.
Según Gottman, los cuatro signos más importantes que indican una ruptura definitiva son:
Pasos para superar una ruptura
- Llorar, llorar y volver a llorar: Desahoga, grita, suelta el dolor, compártelo con los demás hasta que no tengas más lágrimas que desahogar. Una ruptura es un proceso de duelo, por lo que hay que pasar por varias etapas. El llanto le ayudará a pasar a los siguientes pasos.
- Escribe: Te puede ayudar a ver las cosas con más objetividad, estructurar y no olvidar las cosas, sean buenas o malas.
- Mantente ocupado: pensar en lo que pasó está bien, pero no dejes que te persiga. Haz cosas, sal con gente, trabaja, practica deportes, trata de mantener tu mente ocupada.
- Piensa en positivo: pues sí, estar así es doloroso y duele mucho, pero trata de ser positivo. Aprendes de todo lo que está mal y con el tiempo incluso te das cuenta de que romper la relación fue lo mejor. No te preocupes, te volverás a enamorar. En esta vida todo pasa y las cosas mejorarán.
- Sé racional: claro, hubo cosas buenas, pero si se acabó es porque las cosas malas pesaron más. No olvides lo malo, por eso lo dejaste.
- No te castigues ni te culpes: solo te hace sentir peor. Elimina esos «qué pasaría si» de tu vocabulario. No puedes dar marcha atrás, lo que pasó, pasó y por más que luches, las cosas no cambiarán. Actuaste de esa manera porque siempre creíste que era lo mejor, así que mira hacia adelante y sigue con tu vida.
- Piensa por ti mismo: es hora de ser egoísta. Olvídate del otro y de si lo está pasando mal o no. Ahora es el momento de preocuparse por uno mismo.
- En momentos de crisis, no tomes decisiones importantes: estás confundido y no tienes las ideas claras. Ya hay demasiados cambios para hacer más de lo necesario. Ahora mismo estás en una nube y es mejor no tomar decisiones importantes porque ahora no es el momento. Más tarde, cuando te sientas un poco mejor, tendrás tiempo para decidir con más claridad.
- Déjate ayudar: tus amigos y familiares están contigo, pídeles ayuda, déjate tratar, no los abandones. Si con el tiempo ves que no mejoras, consulta a un psicólogo, haz yoga o meditación. Si ves que no puedes hacerlo solo, no te avergüences ni te enorgullezcas, pide ayuda.
- Deja pasar el tiempo del duelo: Desafortunadamente, este proceso toma tiempo, por lo que te sentirás mal por días, semanas o meses. Tranquilo, porque necesitas tiempo para digerir todo esto. No seas impaciente.
- Continúa con tus responsabilidades y obligaciones: pero tampoco esperes. La vida continúa y no puedes dejarlo todo atrás. Sin embargo, no dejes que te abrume, sé compasivo y comprensivo contigo mismo.
- Cuídate y quiérete mucho: hazte las cosas, ve a la peluquería, cómprate algo bonito, hazte un masaje. Date un capricho y quiérete, tú eres lo más importante.
- Cierra el capítulo: La vida continúa, no es el final. En el libro de tu vida, es sólo un capítulo más. Con el tiempo, dejará de doler y se convertirá en un recuerdo más.
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