Uno de los elementos más comunes en las discusiones de pareja son los reproches que los miembros de ésta se hacen entre ellos. Cualquier aspecto en la vida de la pareja puede ser susceptible de originar algún reproche, desde la cosa más nimia a la más grave.
En cualquier caso, los reproches continuos crean desconfianza y malestar entre los cónyuges y dañan gravemente la relación de la pareja. Y surgen como una respuesta a una frustración. Una relación suele empezar con un proceso de enamoramiento que hace que se creen unas expectativas muy altas entre los miembros de la pareja.
Una de los motivos más usuales por los que se originan los reproches en las parejas es el hecho de no aceptar a nuestra pareja tal y como es y exigirle que sea como nosotros querríamos que fuese, a veces no aceptamos que tenga un punto de vista diferente y se lo recriminamos.
Algunas personas utilizan el reproche sistemático para manipular al otro, para que hagan lo que ellos digan y se comporte como ellos quieran. Debes tener en cuenta que el reproche es uno de los síntomas más claros de crisis en la pareja.
Entonces, cuando éstos empiezan a aparecer con cierta asiduidad es porque algo en la relación comienza a fallar, pero el hecho de que estos se produzcan no ayuda en nada a mejorar la situación, más bien al contrario, pueden producir un efecto multiplicador de la crisis de la pareja que haga que la relación se vuelva insostenible.
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