Hay personas por las que damos todo, hasta el día en que nos damos cuenta de que nos han defraudado, que nos han hecho daño. Y entonces todo cambia. La primera reacción suele ser la ira, la rabia. Luego se convierte en desilusión y tristeza, y todo esto, si no hacemos nada por evitarlo, acaba desembocando en un sentimiento de odio y resentimiento hacia una persona que, hasta hace poco, había sido fundamental en nuestra vida.
Hay mil y un motivos en la vida que pueden generar resentimiento”, explica el psicólogo Nacho Coller. La verdad es que son tantos los motivos, que casi todos nos hemos dejado llevar por este resentimiento en algún momento. punto, que, como también señala la famosa psicóloga Patricia Ramírez Loeffler, “es un sentimiento que genera mucho sufrimiento y que, además, no sirve de nada”. )
Te quiere de vuelta y has decidido apretar el “ borrar contacto» de manera permanente.
Para que tu ex intente llamarte mal llamándote, para que vuelvas a interactuar con él.
Establece rutinas y apégate a hábitos saludables
El cuidado personal siempre es vital. Más aún, si hablamos de un momento particularmente delicado de nuestra vida, es decir
Una de las excelentes herramientas para superar la depresión por una ruptura es respetar ciertas rutinas y hábitos de la vida diaria: comer bien, beber agua para no deshidratarse, dormir de 7 a 8 horas diarias, hacer ejercicio, realizar alguna actividad que te guste (ver una película o serie, leer, patinar, ir a ver una exposición, pasear por un parque , jugar a un videojuego, disfrutar de tu plato favorito, escuchar música…)
A veces la despedida es parte de encontrar tu propio camino en la vida
Hasta el día de hoy estoy seguro de que tres Hace años tomamos la decisión correcta, nuestra hija está feliz y nosotros también, por separado. Solo hay que tratar de ver lo bueno en lo malo. Es cierto que no puedo disfrutar de mi hija todos los días, pero nos permite conectarnos mucho más cuando estamos solos. Los días que no la tengo aprovecho la libertad que me da para tener mi vida, sin tener que dar explicaciones a nadie. Al principio, me costó mucho acostumbrarme a esta doble vida, pero una vez que llegué a este punto, todo vale la pena y me siento muy, muy afortunada de vivir con la sensación de que tengo todo para acompañarla.
La sociedad y el entorno en el que vivimos nos animan a seguir viviendo una relación fingiendo que todo está bien, pensando que «sufrir» y «soportar» es lo que tenemos que hacer, que el matrimonio es así o así que las cosas cambiarán mágicamente.
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