Aquí están mis mensajes de aventuras que me han inspirado más de una vez, esos que me han inspirado a vivir 1001 aventuras. Y espero que me sigan inspirando para vivir mucho más.
Nota: Creé las imágenes para que puedas guardarlas fácilmente en Pinterest. Pase el cursor sobre él o haga clic en la imagen.
Por qué generar tus propias aventuras te hará más feliz
Si eres un lector habitual de Social Skills, es probable que ya hayas probado algunas cosas para mejorar tu vida. Pero mucha gente piensa que intentar cambiar significa dejar de ser uno mismo. Parece que si estás tratando de vivir una vida más interesante, con más momentos para recordar, estás tomando acción.
Cuando traté de convencer a un amigo de los beneficios de ser proactivo y generar las situaciones que quieres en tu vida, la respuesta más común fue algo como «No lo pienses tanto, estas cosas tienen que sube» o «Sé tú mismo y el resto se arreglará solo».
Una verdadera comedia romántica
Actualmente, Andye y Steven todavía viven en Florida y planean futuras aventuras juntos. Desde que se abrió el mundo han visitado juntos Tanzania, Zanzíbar y Costa Rica
¿Cómo me siento emocionalmente?
No es raro sentir arrepentimiento después de una aventura de una noche. Si estás experimentando emociones negativas, cuéntaselo a un amigo cercano. Nunca debes sentirte presionado para tener una aventura de una noche; es enteramente su elección. Y si te sientes culpable, no te culpes a ti mismo, solo asegúrate de tomar medidas para proteger tu bienestar después del final.
Si no has usado un condón durante tu aventura de una noche, es una buena idea estar preparado si la situación vuelve a ocurrir. Siempre lleve condones con usted si cree que los necesita. El uso de protección le ayudará a aliviar sus preocupaciones al día siguiente.
EL AMOR EN LOS ANCIANOS Implica levantar la moral y afrontar los prejuicios. Dicen especialistas que mejora la calidad de vida
AGUSTINA MUSSIO
Irma Neves (80) inició una relación con Ricardo Comarnisky (88) cuando ella tenía 77 años. Pero se conocían desde hacía mucho tiempo: vivían a tres cuadras de distancia y él era colega de su esposo. Fue la soledad que siguió a la viudez (primero de uno y luego del otro) lo que los unió. “Una vez nos encontramos en la calle y le dije que me iba al PAMI. Se ofreció a llevarme”, recuerda Irma. A partir de ahí empezaron a concertar citas: «Nos reuníamos para almorzar, tomar mate en la tarde y acompañarnos a hacer los trámites», cuenta la mujer. Aunque la relación es floreciente y llevan saliendo tres años, han decidido seguir viviendo en casas separadas. “Hay diferencias de carácter que dañarían la convivencia. Por eso pensamos que era mejor mantenerlo así”, dice Irma.
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