La primera experiencia sexual puede ser importante, pero no tiene necesariamente por qué ser determinante en la persona. De mayor relevancia es la cuestión de en qué condiciones y circunstancias ocurre esa ‘primera vez’.
Para empezar, ha de quedar claro que eres tú quien decide cuándo y cómo quieres que ocurra esa primera vez. Asimismo, eres tú quien determina hasta dónde quieres llegar. Es importante que le comentes a tu pareja que se trata de la ‘primera vez’ para que lo tome en cuenta y tenga un mayor cuidado.
En la primera relación sexual suele haber nervios y preocupaciones con respecto a lo que ocurrirá y si se estará a la altura de la ocasión. Por lo tanto, es imprescindible mentalizarse, relajarse y centrarse; sobre todo en las sensaciones.
La primera vez no tiene por qué ser dolorosa, ni tampoco tiene que haber sangre necesariamente. De hecho, si la mujer esta bien preparada es muy probable que no sangre ni sienta dolor. También es posible que no tenga orgasmo. El placer requiere de un aprendizaje.
En cualquier caso, se recomienda que se seleccione muy bien, como ya hemos dicho en otra ocasión: dónde, cuándo, cómo y con quién. En cuanto al sitio y la hora: el lugar más íntimo posible y una hora en la que se pueda ir con calma.
Y mucha atención: es posible quedar embarazada en la primera relación sexual. Para evitar sorpresas es imprescindible el uso de preservativos y métodos anticonceptivos como lo hemos venido dando a conocer en notas anteriores.
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