Según los expertos, estamos programados para desapasionarnos después de 18 a 30 meses de relación de pareja. En ese momento la pasión puede terminar, pero también puede transformarse en una fuerte unión controlada por el amor y la afinidad.
Entonces, si deseas que ese primer deslumbramiento se transforme en una relación profunda, debes saber manejar adecuadamente tus sentimientos. En este sentido, si evaporas tu sentido crítico respecto a tu amado, lo ves lleno de virtudes y lo idealizas, puedes condenar el romance a que desaparezca tan rápido como surgió.
Y esto porque cuando descubras que todo estaba en tu propia cabeza, harás que la relación termine. Y si llevas mucho tiempo sin tener una pareja estable, estarás ansiosa por encontrar a alguien para recuperarte de una mala experiencia, pero en el fondo solo buscas aliviar tu soledad.
O, puede ser que deseas empezar a planear toda una vida juntos cuando apenas comienzan a enamorarse, creas una urgencia sentimental por incluir a alguien en tu vida, que sólo le robará etapas necesarias al curso normal de una relación que necesita evolucionar.
Obviamente en la primera cita no es fácil que captes señales de alarma sobre tus propias intenciones. Pero puedes poner atención a la actitud del chico, a lo que hace y dice, y analizar si tienen afinidad de caracteres y expectativas.
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